Una cortijada levantada  por el afamado constructor naval de origen francés, Ciprián Autrán, que por aquellos años dirigía el Arsenal de La Carraca y vivía en Puerto Real.

El Taller de Empleo "Parque Arqueológico Cerro de Ceuta", organizado por el Impro, comienza a dar los primeros resultados. Los alumnos que participan en el programa y que hace tan sólo unos días empezaban la fase práctica del mismo, han descubierto un interesante hallazgo, ya que las labores de excavación han sacado a la luz algunos arranques de muros y parte de la cimentación de la llamada Casa de Autrán, una cortijada levantada en torno a 1760 por el afamado constructor naval de origen francés, Ciprián Autrán, que por aquellos años dirigía el Arsenal de La Carraca y vivía en Puerto Real.

Los participantes no han ocultado su satisfacción por este primer hallazgo, producido tras una previa e intensa labor de estudio documental, alegría que han tenido ocasión de compartir la primera teniente de alcalde Ana Mosquera y el vicepresidente del Impro, Pedro Romero, en una visita al lugar que han aprovechado para transmitir sus felicitaciones al grupo de trabajo, ya que según declaran "el hallazgo viene a confirmar el potencial de la zona en cuanto a la cultura material de la época romana".

La casa hallada, conjuntamente con algunas de sus edificaciones aledañas, caso de la noria o molino que aún se conservan en el lugar, tuvieron especial importancia durante la Guerra de la Independencia, en especial durante el período en el cual la villa de Puerto Real fue ocupada por las tropas de Napoleón. En 1810 esta casa es ocupada por las tropas francesas y transformada por sus ingenieros en casa-fuerte, siendo su noria atalaya defensiva, convirtiéndose desde entonces y hasta 1812 en un estratégico baluarte desde donde se dominaba y controlaba el camino que conducía desde Puerto Real a Medina Sidonia, así como ofreciendo una perfecta visión del saco de la bahía gaditana y muy especialmente de La Carraca e inmediaciones y defensas del puente Suazo, lugares defendidos por las tropas hispanas y con los cuales se podría poner en relación.

La importancia de esta edificación radica en que es el único vestigio que se conoce y conserva de estos edificios rurales transformados por los ingenieros galos en fortificaciones durante el Sitio de Cádiz en las cercanías del núcleo urbano de Puerto Real, siendo una construcción ciertamente singular, con un indudable valor histórico y etnológico y que aún permite su recuperación y su futura integración urbana.

Mosquera, ha llamado la atención sobre "el valor y oportunismo de este hallazgo, al documentarse estas construcciones de época moderna tan vinculadas al papel que jugó Puerto Real y su término durante el Sitio de Cádiz, entre 1810 y 1812, en unas fechas donde precisamente se viene conmemorando estos importantes hechos históricos". Para la primera teniente de alcalde, "este es un motivo más para reivindicar el papel de Puerto Real en el Bicentenario", en este sentido y según ha adelantado, el vicepresidente del Impro "el hallazgo será puesto en conocimiento del Consorcio del Bicentenario, para estudiar la posible continuidad de los trabajos, una vez que concluya el taller de empleo".