Los populares defienden la histórica vinculación de la localidad con el Arte de Cúchares.

El grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Puerto Real, por medio de su portavoz municipal José Antonio Aldayturriaga, ha presentado una moción para su debate en el próximo pleno municipal donde se defiende la fiesta de los toros como un patrimonio inmaterial y cultural estrechamente vinculada a nuestra localidad.

Para Aldayturriaga, en nuestro municipio se produce una gran contradicción ya que si bien existe una gran afición a la Fiesta de los Toros, nuestro ayuntamiento pone todo tipo de excusas para impedir que se ofrezcan espectáculos taurinos, mientras que el alcalde José Antonio Barroso es asiduo a las corridas de toros que se organizan en otras localidades de nuestro entorno.

"La Fiesta de los Toros es una de las tradiciones culturales que más definen la cultura española y, muy especialmente, la andaluza. Desde tiempos ancestrales, la presencia del toro, el animal mítico, está presente en las civilizaciones mediterráneas, erigiéndose en un elemento identitario de la cultura española y andaluza.

Con razón, Ortega y Gasset dijo que "la historia del toreo está ligada a la de España, tanto que sin conocer la primera resulta imposible comprender la segunda", mientras el andaluz Federico García Lorca situaba al toreo como "la riqueza poética y vital mayor de España" y añadió "creo que los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo".

Andalucía, con una tradición única en el universo cultural taurino, ha convertido la Fiesta de los Toros en su expresión más universal. La impronta taurina como definición de lo andaluz forma parte de las mejores páginas de nuestra literatura, nuestras artes plásticas e incluso de nuestra música.

Pero hoy, la Fiesta de los Toros no es sólo una identidad nacional, una ceremonia de rito ancestral, de estética y emoción. También es una singularidad de nuestra economía, que supone el 1,5 del PIB español, genera unos 2.500 millones de euros al año, produce 3.700.000 jornadas de trabajo, se dedican 500.000 hectáreas de dehesas para la cría del toro bravo -lo que preserva el medio ambiente-, 1.500 ganaderías, y aglutina a casi siete mil profesionales, sin olvidar su poder de atracción sobre la principal de nuestras industrias: el turismo. Trece millones de espectadores asistieron a los diversos festejos taurinos en el 2009 en Andalucía. En España, más de 60 millones.

Si tenemos en cuenta que Andalucía encabeza la celebración de festejos taurinos en España, la importancia económica del sector es de primer orden en nuestra Comunidad Autónoma.

Los argumentos culturales y económicos bastarían por sí mismos para respaldar la trascendencia de la Fiesta taurina en España y en Andalucía. Además hoy, cuando la ecología y la pervivencia de las especies son preocupaciones prioritarias de nuestra sociedad, los Toros constituyen un elemento conservacionista de un ecosistema único en Europa, la dehesa, y de una especie, el toro, que, sin la Fiesta Nacional, habría desaparecido de la Naturaleza europea. No sólo es eso: la fiesta también ayuda a la supervivencia de otras especies, con las que el toro convive en su hábitat.

Asistimos en los últimos años a intentos abolicionistas de la Fiesta que ponen en grave peligro su supervivencia. Ahora, ese movimiento abolicionista ha llegado al Parlamento catalán con connotaciones no exclusivamente de pretendida defensa de los animales. La aprobación del Parlamento catalán, el pasado 28 de julio, de la prohibición de las corridas de Toros ha supuesto un atentado a la libertad individual, un desprecio a una manifestación cultural de primera magnitud y el intento de erradicar de Cataluña uno de los símbolos de España, además con evidentes connotaciones anticonstitucionales. Porque, no nos engañemos, no se trata tanto de abolir la Fiesta como argumento de defensa del animal como de erradicar de la sociedad catalana una seña de identidad universal de la cultura española.

Nuestro Estatuto de Autonomía nos obliga a conservar y difundir la cultura andaluza, lo mismo que nos insta a respetar y preservar la fauna. Los Toros es cultura andaluza y el toro es fauna andaluza.

Los pueblos y ciudades de Andalucía cuentan con innumerables motivos para promover la defensa y difusión de la Fiesta de Los Toros, cuyo futuro en Andalucía debemos preservar y blindar para que nada ni nadie, hoy o mañana, la pueda hacer peligrar. Se trata de un patrimonio inmaterial de la cultura de España y de Andalucía que las generaciones de hoy heredamos y que debemos dejar en herencia"