Su hija Elena recibe los elogios del alcalde y otros miembros del gobierno municipal, así como del Ateneo Republicano de Puerto Real.

El alcalde de la ciudad, José Antonio Barroso, ha presidió ayer el acto de homenaje que, en la persona de su hija Elena, ha recibido el que fuera último alcalde antes de la Guerra Civil, José María Fernández Gómez, que desapareció con el estallido de la contienda.

A este acto, celebrado en el salón de plenos del Ayuntamiento de la Plaza de Jesús, ha acudido la teniente de alcalde de Cultura, Lola Sanisidro, y otros miembros del gobierno municipal, así como numerosos integrantes del Ateneo Republicano Puertorrealeño, que querían sumarse de este modo al que, tal día como hoy hace 75 años, recibió su nombramiento como máximo regidor de la ciudad por el Frente Popular.

La teniente de alcalde Lola Sanisidro ha calificado el de hoy como una reivindicación de "reconocimiento, justicia y reparación", por la labor que José María Fernández llevó a cabo al frente del Ayuntamiento puertorrealeño sin que, hasta ahora se sepa nada de qué fue de su paradero. Asímismo, ha expresado a su hija el agradecimiento de quienes hoy forman parte del gobierno local por la lucha que, por un Puerto Real mejor, mantuvo su padre el tiempo en el que tuvo esa responsabilidad.

El historiador José Pizarro, por su parte, ha realizado una semblanza de Fernández Gómez que, según informó, será incluida en una edición que está preparando la Diputación Provincial sobre los alcaldes republicanos, y de la que ha entregado una copia a su hija.

José Antonio Barroso también tuvo unas palabras para "el alcalde Lamela", como también era conocido, del que ha confesado sentirse "heredero" en tanto que fue el siguiente alcalde democrático tras él y también republicano. Igualmente ha recordado que "cuando José María Fernández desapareció, también murió toda su familia", en referencia al trato social, con nulo reconocimiento, que las familias de aquellos "desaparecidos" tuvieron que soportar.

Elena Fernández ha recibido una reproducción de la fachada del Ayuntamiento que presidió su padre, y se ha emocionado al expresar que al permanecer en el despacho de la Alcaldía "le parecía notar la presencia de su padre". La homenajeada ha agradecido tanto al Ayuntamiento como al Ateneo Republicano este recuerdo de su padre, y también a la Corporación que, con él, también desapareció en las mismas circunstancias y por los mismos motivos.